Las rocas en la Serranía de Cuenca pueden formar paisajes espectaculares, como ya hemos visto en la Ciudad Encantada. Y este no es el único lugar de este parque natural en el que la mezcla de agua, viento y roca caliza han esculpido lugares de ensueño. En Las Majadas podemos encontrar otro de estos paisajes.

Son conocidos como los callejones de Las Majadas y, al igual que en la Ciudad Encantada, la erosión de las rocas calizas cretácicas produjo formas curiosas como pasajes, arcos, monolitos o puentes, configurando un paisaje único.

En términos geológicos, los callejones constituyen un ejemplo de formación kárstica conocida como lapiaz, el cual se originó por la acción del agua, el hielo, el viento y las variaciones de temperatura.

La longitud de esta ruta de senderismo es de 3,6 km y de dificultad baja por lo que es apta para toda la familia. No obstante, hay más rutas, de diferente extensión y dificultad que se pueden realizar durante todo el año. Todo está perfectamente señalizado.

El tiempo estimado para llevarla a cabo es de una hora y media aproximadamente, pero todo dependerá del ritmo que llevemos y de las paradas que vayamos realizando. Si vamos con niños muy pequeños podemos optar por llevar la mochila de porteo porque no hay apenas desnivel y el recorrido es corto.

Las formaciones cársticas de los callejones producen todo tipo de figuras, algunas de ellas, realmente interesantes. Se pueden ver arcos, puentes, puertas o, si agudizas la imaginación, formas humanas o de animales.

Para llegar a Los Callejones, debemos dirigirnos hacia el pueblo de Las Majadas a 35 km. de Cuenca, una vez allí, en la salida del pueblo, encontraremos la pista forestal que nos lleva hasta la zona de Los Callejones, está asfaltada y en perfectas condiciones, aunque conviene ir con cuidado ya que es estrecha. Tras 3 km. aproximadamente llegamos al aparcamiento donde dejaremos el coche.

Además, este paisaje ha sido escenario de Hollywood. En 1999, Pierce Brosnan vino hasta este monumento natural para grabar la película ‘El Mundo Nunca es Suficiente’ del agente 007 James Bond.

La escena dura un minuto, y ahí este paisaje conquense simula ser algún pliegue perdido de la Capadocia.